Cuando éramos bebes, no siempre que llorábamos era por hambre, pero la acción más común al ver llorar a un bebe, es darle el pecho, el biberón, un trocito de pan o incluso antiguamente, se mojaba el chupete en azúcar y se le daba.
Pero lo mismo el bebe llora por que tiene frio, temor, quiere contacto, le duele la barriguita, está inquieto, etc.
Al darle de comer, rápidamente siente una gratificación rápida y se calma. Además, el aparato digestivo se activa y es el sistema del cuerpo que más energía vital requiere, hasta un 70%. Es un sistema muy largo, complejo en el que intervienen muchos órganos.
Pongamos que llora por que quiere contacto, que le cojas en brazos; al darle de comer deja de llorar, pero no por que ha recibido lo que demandaba, amorcito. Deja de llorar por la gratificación de la comida y porque la energía se vuelca al sistema digestivo.
Esto la mente y el mismo cuerpo a nivel celular, lo aprenden rápidamente y se fija como patrón de comer emocional.
Este patrón se alimenta durante toda la vida.
Recuerdo cuando era pequeño que me tenían que poner una inyección muy fuerte para el reuma que dolía mucho y me dejaba cojo varias horas. Salía llorando del ambulatorio y en la puerta del mismo, siempre había una furgoneta que vendía bollos. Mi madre me compraba uno y evidentemente por un rato me olvidaba un poco del dolor.
Los premios y castigos con la comida están muy presentes a lo largo de la vida y este patrón de comer emocional se va reforzando.
¿Cuándo comes cuantas veces lo haces porque realmente tu cuerpo te lo demanda?
O comes muchas veces por: calmar la ansiedad, aburrimiento, insatisfacción, premiarte, recompensarte, estimularte, etc.
Diferenciar el hambre real de la falsa, apetito o comer emocional, a veces no es nada fácil.
Lo primero que habría que hacer es quitar lo que yo llamo, el hambre física patológica.
Esto quiere decir que se está comiendo de una forma en la que el cuerpo gasta mucha energía y el nutriente no termina de llegar de forma optima a la célula y el cuerpo tiene que estar tirando de reservas a pesar de que se ingieren grandes cantidades de comida.
La célula está pidiendo continuamente comida por qué no termina de estar satisfecha.
Hay que hacer primero una buena depuración y nutrición celular para poder luego diferenciar el hambre real de la falsa y así poder autogestionarla, porque es utópico comer siempre con hambre real, pero se puede gestionar bastante bien.
Esta son unas cuantas diferencias entre hambre real y el hambre emocional:
Espero te haya servido estos apuntes para entender y diferenciar el hambre real de la falsa.